Como todo en la vida, hasta que una
experiencia no se vive de cerca, cuesta implicarse plenamente. Para formar
parte de la Asociación HC Segunda Oportunidad no es necesario haber sufrido
ningún tipo de parada cardíaca, pero como bien apunta Antonio Alba Pujol,
presidente y fundador de la entidad, la mayoría
del equipo son personas que han padecido un episodio de muerte súbita -él
mismo-, o han participado en el auxilio de alguien que necesitase una práctica
RCP.
Con la clara idea de que un convenio
estatal sería la única vía para pulir las diferencias entre comunidades
autónomas, y, por tanto, salir reforzados para competir a nivel europeo, Antonio Alba compagina su labor en la asociación con su trabajo como psicólogo. Su
experiencia personal, y profesional, le permite empatizar totalmente con el
paciente para ayudarles a trabajar el miedo que implica volver a la rutina.
§
¿Cómo nace la Asociación HC Segunda
Oportunidad?
Como su nombre indica, esta
asociación nace para brindar una segunda oportunidad a personas que han
sobrevivido a un episodio de parada cardíaca, como la persona que les habla. En
noviembre de 2008, una noche cuando salía del cine, sufrí una muerte súbita.
Perdí el conocimiento y mi vida quedó en manos de las personas que me rodeaban.
Este episodio te da mucho qué
pensar, no sabes lo que en realidad te ha pasado y necesitas información.
Buscando en internet, me topé con una asociación que se estaba moviendo en Italia – el proyecto Vita, afincado en la provincia italiana Piacenza. Nos
pusimos en contacto con ellos porque queríamos saber cómo trabajaban, y como nos
gustó tanto su propuesta, en 2011 arrancamos con este proyecto en España.
§
¿Y la elección del nombre?
El nombre de la asociación
constituida en sí es “Asociación Española de Pacientes Coronarios y primeros
intervinientes en episodios de muerte súbita”. Como es tan largo, pero sí
queríamos que se incluyese a las asociaciones que pertenecen a la entidad,
optamos por señalar dos conceptos principales. El primero, segunda oportunidad;
el segundo, la familiarización con el corazón en marcha. En Europa, el tema de
la desfibrilación está muy asentado, y en caso de sufrir un problema eléctrico,
la gente entiende que la vida de otra persona está en sus manos. Así pues, como
era una idea tan asentada en el resto de países, el nombre quedaría Asociación
“Heart Corazón” Segunda Oportunidad.
En estos 10 años de trabajo,
hemos contemplado que la clave reside en la formación. No obstante, además de
impartir actividades en diferentes centros y asociaciones, trabajamos en
aspectos de logística, como la incorporación de Desfibriladores Externos Automatizados
(DEAs) en más puntos clave o la lucha por un convenio estatal.
§
¿Por qué es tan necesario un convenio
nacional?
Básicamente, para poner en común
las necesidades de cada una de las comunidades autónomas. Trabajar a nivel
estatal nos permitiría mostrar qué estudios se están realizando para tener
siempre la información a mano. Hay un dato especialmente llamativo y que no me
canso de repetir: cada año se podrían salvar 6.000 vidas en nuestro país si
pudiéramos equipararnos al nivel europeo. Ahora mismo estamos entorno al 10%,
pero aspiramos a recuperar al 35% de las personas que padecen este evento, como
la media europea.
En realidad, vamos paso a paso. Los
puntos sobre los que se trabajan en nuestro país son comunes, pero hay
bastantes matices divergentes que nos gustaría pulir. Son 17 comunidades y todo
lleva su tiempo. Un claro ejemplo serían las horas destinadas a la formación,
ya que hay quienes optan por invertir 8 horas, y desde otras autonomías creen
que con 4 horas es suficiente. Cada instructor puede tener su criterio, pero
hay que estar sujeto a un acuerdo mínimo.
En cualquier caso, hay que
resaltar la labor tan bonita que supone la formación, no solo por parte de la
asociación, sino de las diferentes entidades médicas como las diferentes
consejerías de educación de cada comunidad autónoma.
§ Si
la formación es el pilar básico y vital, ¿debería entonces impartirse en los
propios centros educativos?
Totalmente. De hecho, existe una
normativa estatal de 2015 que conmina a las comunidades autónomas a incluir una
asignatura de primeros auxilios. La normativa existe, pero en estos cuatro años
no ha mostrado ningún resultado ya que no está vehiculada. Es importante ir promoviendo
estos conocimientos durante varios años, para que los jóvenes salgan de la
educación secundaria con unos primeros auxilios bien adquiridos.
§
Porque también es importante saber reaccionar
y que no te pueda el miedo.
Correcto. Por eso decimos que el
tema de la formación es básico. Si vas vehiculando y fijando estos
conocimientos año tras año, ese posible shock que le puede ocurrir a cualquier
-y que dependerá mucho de infinidad de variables que te puedan absorber en ese
momento- será mucho más fácil de evitar.
§
Mientras llega ese convenio estatal, los
patrocinadores y colaboradores son el sustento principal de la asociación. ¿Es
necesario, por tanto, que más empresas aporten su granito de arena?

Últimamente nos llaman muchas
empresas privadas para solicitarnos cursos formativos, sobre todo cuando estas cuentan
con la instalación de diversos DEAs en la oficina. Este es nuestro trabajo,
nuestra fidelización, y además contamos con el plus de poder ofrecer nuestra
propia experiencia, testimonios de personas que han sido recuperadas y cómo
siguen con su vida.
§
¿Y cómo se sigue con tu vida después de una
muerte súbita? ¿Es imprescindible la labor de un psicólogo?
§
¿De repente? ¿No hay ningún síntoma previo?
Ese matiz es uno de los más
importantes. Por eso, una vez que me adentré en la asociación, decidí
licenciarme en psicología. Hay una idea básica sobre la que siempre incido:
cuando alguien llega a rehabilitación cardíaca o a los servicios de atención primaria, aunque en su informe vean - infarto agudo de miocardio -, es
crucial que no se le trate igual una persona que ha padecido una parada cardíaca que a un infartado que ingreso consciente al centro hospitalario. ¿Que quiero decir con esto? Esta persona - el que ha padecido una muerte súbita - no conoce el
dolor, no sabe lo que le sucedió, no pudo reconocer sintomatología - la arritmia por FV no se reconoce mientras sucede - por tanto, tiene una preocupación añadida.
Como psicólogo, además de mi experiencia, empatizo con estos pacientes. Por eso, ahora
estoy trabajando y formándome para dar conocimiento de esta situación, para que
los facultativos y las personas de primera instancia que están atendiendo a
estos pacientes no les traten de igual forma.
Otra cosa, que también sucede, son personas que no reconocen los síntomas de un infarto , dolor en la zona precordial, zona del esternón, en la boca del estómago, además siente nauseas y falta de aliento,quizás dolor en la zona de la mandíbula o que le irradia al brazo izquierdo, si esta sintomatología no se reconocer puede ir a mayores, quiero decir puede acabar en parada cardíaca y si está sólo poco podremos hacer por ella. De aquí también hacer énfasis en el reconocimiento de la sintomatología del infarto y si estás consciente llamar al 112 o que alguien avise 112 para que acudan las asistencias cuanto antes, y llevar a esta persona a Urgencias del centro hospitalario de referencia.
Otra cosa, que también sucede, son personas que no reconocen los síntomas de un infarto , dolor en la zona precordial, zona del esternón, en la boca del estómago, además siente nauseas y falta de aliento,quizás dolor en la zona de la mandíbula o que le irradia al brazo izquierdo, si esta sintomatología no se reconocer puede ir a mayores, quiero decir puede acabar en parada cardíaca y si está sólo poco podremos hacer por ella. De aquí también hacer énfasis en el reconocimiento de la sintomatología del infarto y si estás consciente llamar al 112 o que alguien avise 112 para que acudan las asistencias cuanto antes, y llevar a esta persona a Urgencias del centro hospitalario de referencia.
§
¿A qué se refiere cuando dice que hay personas
que no conocen el dolor?
A que hay varios casos de paradas
cardíacas que han sido devenidas por infartos previos que no fueron reconocidos por el paciente como tales, desconocían los síntomas, pudieron confundirlos con signos estomacales, mareos por la presión del ambiente, estrés. Cuando en su conjunto son claros síntomas de un posible infarto. El infarto, si no se trata, puede el dolor disminuir e incluso desaparecer ¿hubo esfuerzo y con el esfuerzo disminuyó? quizás fuera una angina de pecho y volvemos a que el no reconocer los síntomas, estos pueden ir a mayores; pero si es un infarto, y hay un segundo
infarto que no se trata a tiempo porque no es reconocido, puede devenir en un
fallo cardíaco. Esto ocurre cuando no se ha diagnosticado o reconocido correctamente los
síntomas.
Hay casos de jóvenes, adultos que
están en los 40, que a veces confunden una opresión en el pecho con problemas
estomacales. Si no se les da importancia, un segundo evento puede ser fatal. Y
ese es nuestro trabajo de formación y de prevención de la salud.
Podéis seguirnos también en www.hcsegundaoportunidad.org Gracias por seguirnos.